I sensi incantati

El tema de lo mágico, de lo «maravilloso» recorre casi toda la obra de Bevilacqua, encantando a lectores de muchos países. Pero aquí el tema se traduce en una historia que cautiva – además de una sugerencia y suspenso que se mantienen de principio a fin. En el centro del libro es la figura de Miriam, la joven psíquica que entra concretamente en la vida real del protagonista en crisis y lo regenera, así como con los poderes excepcionales de los que está dotada, con las sugerencias naturales de su intensa feminidad. Miriam, en efecto, está dotada de una sensibilidad llevada al extremo: puede conseguir que los sentidos de los demás se encanten, es decir, que se devuelvan a las ganas de vivir. La novela adquiere el significado de un mensaje más amplio que indica caminos, hasta ahora insondables, en los que es posible curarse del mal de los afectos, mientras que el hombre puede encontrar a Dios por caminos distintos a los desgastados por la multiforme corrupción de los tiempos.